Diseño del blog

NI AYER, NI MAÑANA

Enzo Poblete Peralta • mar 24, 2020

Ni ayer, ni mañana

Desde que el tiempo es tiempo para mi existencia, desde que la mínima madurez de mi intelecto ha hecho de mi curiosidad una herramienta, desde aquella ingenuidad infantil, compañera de viaje a lo largo de tantas rutas recorridas, desde siempre... Escarbo entre escombros polvorientos, imágenes muertas, en medio de juguetes rotos, en platos de sopa fría, rondas de niños descalzos, calles carentes de asfalto, bolsillos vacíos, detrás de un balón de trapo, en polvo de tiza, sangre de pizarra herida, bajo el parche en la rodilla del pantalón gris, en mi habitación, que de mis padres y hermana era, en cartas navideñas al señor de barba blanca, en la caricia de mi abuelo, en el beso de mi abuela, en la mejilla de mi madre rociada por una lágrima en fuga, en la frente sudorosa y en la mano extendida de papá, en el paso gigantesco y pausado de mi tío Daniel, en mis heridas, en el dulzor de aquel zumo congelado de fresas, sagrado cubito de frutilla, en el aroma intenso de pabellones de hospital, de la cazuela, de la madrugada siguiente a la protesta popular en mi barrio, sedienta de justicia, de los pinos empapados de lluvia nocturna, del mar en pleno ocaso, entre el cantar de jilgueros y colibríes, en el ladrido del perro de casa, en las idas y venidas de la pelota vieja y desgarrada pateada junto Juanito, en las subidas y bajadas de las 5 piedrecillas de la payaya, en el recorrido de nuestro “auto” de madera, con ruedas de patinete, carreras desde el fondo del patio al portón, en el aire que recorría mi armónica, y el órgano en casa de mi mamita Rosa y esa habitación que llena de limones secos, amuletos e incienso, me acurrucaba e invitaba a la música. Y en tantos otros sitio y momentos. 
Cuando cansado de buscar y no hallar me encontré, de excursión me fui buscando aquellas respuestas en un lugar más lejano aún, en el que seré, en el que haré. Cuando sea médico, luego... cuando sea actor, cuando en matrimonio me halle unido, cuando tenga hijos, cuando construya mi casa, cuando tengamos aquella casita en la playa, en mi primer coche, en tantos y tantos proyectos ambiciosos, cuando la lotería ponga una estrella en mi fortuna, cuando jubile, cuando..., cuando... Cuando muera quizás... Seguramente aquel tampoco será el momento. 

Vivimos buscando sin encontrar, lo más probable es que no sea el rincón apropiado ni el ayer, ni el mañana, es que nunca buscamos hoy, sí, hoy. Hoy es el segundo oportuno, hoy es la realidad, pues el pasado no existe y del futuro que creamos es una imagen virtual, irreal. Absorber la mirada de tu hijo, disfrutar del tacto de los labios de tu compañera en la vida, los segundos en el regazo de mamá y papá, en el aroma del pelo de la abuela, el reflejo del sol en el follaje de los árboles frente a tus ojos, el perfume de tu entorno, en las sombras, en la música, en la voz, pero hoy y sólo hoy, pues siempre es hoy, nunca es ayer, nunca es mañana.

Hay que morir viviendo y no vivir pensando en la muerte, vivir hoy y sólo hoy, ni ayer, ni mañana, pues así posiblemente en el hoy de mañana seguiremos siendo plenos. 


Por Paliam 28 mar, 2022
En homenaje a Jordi Albertí
Por Mónica Córdoba 07 feb, 2022
Fógrafo chileno - Marco Rivera
Por Mélani Placeres Rodríguez 30 nov, 2021
Escucho la lluvia caer desde mi ventana, enciendo un cigarrillo llenando mi cabeza de humo y veo la vida pasar mientras leo en voz alta mi poesía favorita de Bécquer, aferrándome a mis pensamientos disipo todo a mi alrededor, solo estaban ellos sumergidos de humo. Mi segundo cigarrillo y aun llueve, es melancólico pensar, más aún cuando extrañas. La vida se interpone entre mascarillas, la humanidad se detuvo hace dos años. Dos años atrapados en un ciclo detrás de una cura. Enciendo el televisor, y a veces parece que ya se olvida, pero veo los muertos y los casos, me enciendo otro cigarrillo. Así pasa el día que no termina, las horas son tristes cuando solamente piensas. Hoy es un gran día para la poesía, desde el sofá de la casa empañada por la humedad recuerdo las rimas de este hombre que me hizo amar la poesía como mi vida. Las historias entre rimas son maltratadas por pensamientos y elevadas con la música del qué dirán. Hoy es un buen día para llorar, más solamente escribo. Escribo en presencia de la angustia entre desaparecer y volver a cuando era niña, sin problemas y sin ataduras. Ya solo veo árboles escapando de humanos, humanos atrapados en caretas protectoras contra el invisible. A veces pienso mal, pero pienso que la vida es muy injusta, vivimos en campeonato constante para ser los elegidos. Aun así obtenemos recompensa, presos en la propia cárcel que hemos construido, una cárcel muy buena, llena de lo que supuestamente necesitamos pero ya para mí innecesario. Hoy es el día de la melancolía, de abrazar la muerte con ternura, enciendo otro cigarrillo. Hoy por segunda vez recibo carta del médico, ofrezco mi alma al diablo y dejo que hable. Llevo semanas esperando un resultado que ya anticipo, mi muerte se acerca y no por el invisible, una muerte provocada por mis impulsos, por ansias de llenar los lugares de humo. ¡Qué hiciera yo sin un cigarrillo!, lo mismo pregunto ¿de qué sirve mi vida si no hay poesía?, si no hay con quien hablar, si mi familia está lejos para aplaudir. Es fascinante como llaman la atención del ser humano las cosas ahora, ahora que no las tenemos. Los días lluviosos son los peores, y a la vez inspiradores, cada gota de lluvia refleja mi vida, ¡Al fin escampa! Veo el sol, otro día más me lo tomo para hablar, aunque dentro de poco mis pulmones se evaporen yo le hablo a la lluvia, sonrío, pero una sonrisa como La Mona Lisa que no sabes hacia donde va. En la espera de fumar mi último cigarrillo leo a Bécquer, asumo sus rimas como si tuviera algún problema emocional, pero ¡¿qué poeta no tiene algo de locura?! Aquí estás tú leyéndome o tal vez te aburriste pero quiero que sepas lo mucho que he querido vivir, aunque haya sido mi peor vida. Suenan contradictorias hoy mis palabras, no me despido porque sé que siempre habrá vida y que siempre habrá poesía. Recuerdo cada verso como arcoiris después de la triste lluvia y simplemente lamento que mis últimos días sean los que han provocado todo este daño, ¡Si tú, cigarrillo infernal!, pero más que tú, yo; por haber pensado que sería para siempre. ¡Y saber que todos podríamos haber pensado esto alguna vez! Te llevo clavado hasta mis pulmones, trato de soltarte pero eres una de esas relaciones inflamables. Hoy me despido sabiendo que siempre seré poesía, melancólica y absurda pero abrumadora e indecisa. Obligada por caracteres militarizados alargo mi rima para que vivir pendiente al si te falta esto o aquello, al final querido cigarro, debería agradecerte por tantos ratos de compañía en mi oscura realidad, por lo menos siempre estás ahí en días como hoy donde leo sobre el sofá la carta más triste de la vida. Ella misma se despide de ti. No acabo el texto como desearía pero quién puede decir algo, si ya muero, solo deseo resucitar como ave o mariposa y no ser comida por algo mayor en esta cadena alimenticia.
Por ANA PEÑA 29 nov, 2021
Me han regalado un hurón. Sí, ya sé, es raro que hoy en día alguien regale algo fuera de un aniversario o Navidades. Me lo ha regalado mi suegra. Es un amor. Me refiero al hurón. Estoy segura de que su intención era noble pero el regalo ha sembrado la discordia en casa. No nos ponemos de acuerdo sobre el nombre. Tanto es así, que el animalito lleva un mes con nosotros y sigue siendo anónimo. Mi marido quiere llamarle Ramona, como su madre. A mí me sabe mal que nuestra mascota lleve un nombre tan poco del siglo XXI. A mí me gusta más Chewbacca, como el de Star Wars, pero él opina que es un nombre difícil de deletrear cuando vayamos al veterinario. Ahí seguimos, entre Ramona y Chebwacca. No nos hemos decidido en serio porque todavía no sabemos el sexo. Ya, ya sé que lleva un mes en casa, pero no es algo que se distinga a simple vista y nosotros somos muy pudorosos, no nos gustaría ofender al animalito. Mi padre se ha ofrecido a llevarlo al veterinario. No ve mucho. Me refiero al veterinario. Ya fuimos la semana pasada y no nos sacó de dudas. Esperamos tener más suerte esta semana, deducimos que el sexo del hurón no habrá variado, pero igual la vista del veterinario ha mejorado. Le tenemos mucho cariño. Me refiero a mi suegra.
Por María Elena Gómez 29 nov, 2021
Fotógrafa chilena - Paula Navarro
Por Aurora Rot 04 oct, 2021
fotógrafa chilena - Paula Navarro
Por Aurora Rot 08 ago, 2021
Fotógrafa chilena - Paula Navarro
10 jul, 2021
fotógrafo chileno - Marco Rivera
Show More
Share by: